En 1914, la batalla de Ypres, paralizó momentáneamente la Primera Guerra Mundial debido a la guerra de trincheras, en la que los dos ejercitos se atrincheraron -valga la redundancia- practicando, así, la guerra del desgaste. Tal fue el desastre que en ella habian muerto dos millones de personas.
Pero nuestra historianecdótica se centra en la Noche Buena de ese mismo año. Según cuentan esa misma noche fue luna llena, iluminando así las trincheras y permitiendo a ambos bandos verse entre la oscuridad. De este modo, los soldados ingleses se percataron de que los alemanes no mostraban la actividad bélica y febril que habían tenido todas las noches. Por otra parte, empezaron a observar luces, a las cuales los centinelas no dispararon, dandose cuenta de que se trataban de árboles de navidad.
Repetidamente los alemanes comenzaron a cantar "Stille Nach, Heilige Nacht" (noche de paz, noche de amor) a escasos cincuenta metros de las trincheras inglesas. Cualquier otra noche, esto hubiera acabado en una tragedia con balas silvando por doquier, pero esa noche no. En cambio, los ingleses comenzaron a entonar sus propios cantos de navidad.
Tras una hora de cánticos por parte de los dos bandos, cada trinchera animó a los enemigos a salir, pero ninguno se arriesgó a hacerlo en la noche.
Más tarde, un soldado alemán se atrevió a cantar "Noche de paz" de pie, convirtiendose en un tiro a diana perfecto. Y aunque parezca un tanto kafkiano este hecho, al poco tiempo varios soldados alemanes comenzaron a caminar por el campo de batalla desarmados y con las manos en los bolsillos. Por el contrario, algunos ingleses comenzaron a imitarlos, llegando incluso, a estrecharse la mano entre los soldados y acordar una tregua para el día siguiente.
Al día siguiente la paz fue respetada, y esta fraternalización llegó a tal punto de que los soldados de ambos bandos organizaron un partido de futbol en el que ganó inglaterra 3 goles a 2 frente a los alemanes.