La historianedótica de hoy cuenta una historia sucedida a Gonzalo Fernandez de Córdoba (1453-1515). Noble, militar y político español, más conocido como "El Gran Capitán". Fue el autor y precursor de una reforma en el ejército, derivando de esta, la formación de los Tercios.
Cuenta la anécdota que El Gran Capitán después de conquistado la ciudad de Capua -al sur de Italia- y abatido los muros del fuerte de Tarento comenzó a tener quejas de los soldados ya que llevaban bastante tiempo sin cobrar las pagas, llegando incluso a querer amotinarse.
El Gran Capitán, preocupado por esto, y entendiendo la situación, no tardo en pedir tranquilidad diciéndoles que ya había pedido a España el dinero y que no tardaría en llegar.
Algunos de estos soldados, no se dieron por satisfechos, especialmente un soldado Vizcaíno. Este, hablando con sus compañeros les cuenta enfurecido, que sería capaz de ir a la tienda de su jefe y atravesarle el pecho con la pica si no le pagaba. Los demás, después de oír esta amenaza, animaron al soldado hasta conseguir que el vizcaíno saliese disparado hacia la tienda de Gonzalo Fernandez de Córdoba.
Este, al oír el alboroto, salió a la puerta, y el soldado vizcaíno, poniéndole la lanza en el pecho le dijo:
-"¡Páganos! Y si no tienes, que vaya tu hija a ganarlo".
El Gran Capitán mirándolo sereno, sin mover ni un solo músculo de la cara, lo miró, sonrió, tomó la punta de la lanza, y alzándola le contestó:
-"Muchacho, levanta un poco más esa pica, que en un descuido me vas a herir sin querer".
El vizcaíno, al ver la grandeza de ánimo de su jefe, bajó la pica, avergonzado y volvió cabizbajo hasta sus compañeros. Al día siguiente colgaba, ahorcado, de una ventana de su alojamiento.