lunes, 14 de diciembre de 2009

El pasadizo secreto de Madrid


Hace poco los miembros de este blog pudimos conocer en primera persona los entresijos de una de las más imponentes instituciones intelectuales de este país, El Ateneo de Madrid.
Lugar de encuentro de intelectuales, heterodoxos y gente de la cultura durante casi dos siglos. El Ateneo de Madrid destaca por formar parte de la historia del Siglo XX y en particular de la II República. Durante los años de la decadencia borbónica la inteligencia de este pais se dedicaba a idear la democracia que empezaría el día 12 de Abril de 1931, cuando la mayoría de los españoles dieron la confianza a la coalición republicano-socialista.
La historia que hoy vamos a contar tiene que ver con uno de los más celebres personajes de "La República de las letras", Don Manuel Azaña, enigmático en lo personal Azaña fue uno de los principales impulsores de la libertad y progreso de este país . La relación que tenía con el Ateneo era de especial importancia, la oficina que tenía en el Ateneo cuando era presidente la mantuvo hasta su obligado exilio.
Cuando llegó la República y fue designado como Ministro de la Guerra, Azaña tuvo que compaginar su vida diaria en el Ateneo (donde tenía el despacho de Ministro) con la del Congreso de los Diputados.
El problema estribaba en que estos dos edificios donde "hacía vida" estaban a escasos 100 metros y era un trecho que transitaba diariamente, por lo tanto podía ser utilizado por terroristas para asesinarlo.
La solución que se encontró fue crear un pasadizo en el Ateneo que lo comunicase con el Congreso de los Diputados. Estas catacumbas funcionaron hasta el fin de la Guerra Civil, cuando los sublevados clausuraron el Ateneo.
Si tienen curiosidad por encontrar este pasadizo secreto pueden ir al Ateneo de Madrid y en la pared contigua al despacho de Azaña fijense en una pequeña puerta. Si la explicación ha sido un poco liosa solo tienen que preguntar.

martes, 1 de diciembre de 2009

EL Método Guillotin


Los instrumentos del dolor han formado parte indispensable del aparato de represor estatal durante todos los tiempos. Estos instrumentos de matar reos se han ido haciendo cada vez más letales.

En mitad del camino entre la horca y la silla eléctrica encontramos una máquina que sirvió para estos propósitos de la mejor manera, la guillotina. Como todos sabréis esta forma de matar consiste en la decapitación de una persona por una afilada y densa cuchilla que cae en la cabeza del reo.

El diputado de la Asamblea Nacional, Joseph Guillotin, propone en 1792 a sus compañeros de cámara ejecutar a los reyes de Francia de una forma "rapida e indolora". Parece que la idea cuajó entre los diputados de la revolucionaria Asamblea Nacional.

Los detalles de la ejecución de los últimos tiranos de Francia, Luis XVI y su esposa Maria Antonieta, alargaron un año la espera de su muerte.
Fue en 1793 cuando se utilizó por primera vez esta nueva guillotina en la Plaza de la Concordía, como no podía ser de otra forma esta nueva máquina de ajusticiar fue "utilizada" por primera vez por los antiguos reyes de Francia.


El método guillotin fue muy usado para hacer rodar las cabezas de los defensores de los privilegios absolutista en el ocaso del Siglo XVIII.