martes, 11 de agosto de 2009

El presidente que acabó de leñador.


La historia de Alexander Dubcek es anecdótica de por sí, si bien este hombre no es muy conocido en nuestro país, las resonancias de su socialismo democrático en la República Checa todavía perduran. A Dubcek se le recordará por ser el creador de la revolución democrática en Checoslovaquia, una revolución que duró bien poco gracias a la invasión de los tanques soviéticos en el Verano del 68.

Después de la invasión, sus camaradas de Moscú lo secuestraron y lo metieron en una cárcel para "entrarlo en razón". Como vieron que no entraba lo dejaron ocupando cargos de menor importancia en su país y fuera, hasta que en 1970 los comunistas tuvieron un castigo más deshonroso para él, dejarlo en un bosque apartado de todos y de todo sin poder comunicarse con nadie.

Así vivió este hombre durante casi 20 años, su único cobijo fueron los recuerdos de una Revolución popular que pudo ser pero no fue.