martes, 10 de noviembre de 2009

El Mediohombre


Hoy en historianecdótica contarémos las hazañas llevadas a cabo por uno de los militares más importantes de la historia de España y, a la vez, más olvidado. Se trata de Blas de Lezo.

Blas de Lezo y Olavarrieta fue un almirante y estratega español nacido en 1689 y muerto en 1741. El apodo de Mediohombre le fue puesto debido a las numerosas heridas que las batallas habían dejado en él, y es que resulta que le faltaba una pierna, la cual perdió por una bala de cañón; además de un ojo debido a la explosión de una esquirla en la defensa de una fortaleza, y más tarde su brazo derecho quedó inutilizado por una herida, al igual que su antebrazo derecho, tiempo después. De esta manera con tan solo la edad de 25 años el joven ya era tuerto, manco y cojo.

Una de sus hazañas más valoradas e importantes fue el sitio de Cartagena de Indias, sucedido en 1741.
La flota inglesa, que era la mayor agrupación de barcos de la historia hasta la fecha, compuesta por 2000 cañones dispuestos en 186 barcos, 23.600 combatientes y más 4.000 reclutas bajo las órdenes de Lawrence Washinton - que era medio hermano de George Washington-, superando a la Gran Armada de Felipe II en 60 barcos y siendo la segunda mayor flota de la historia, decidió atacar la ciudad de Cartagena de Indias bajo el mando de Vernom, para la defensa de la ciudad se eligió a Blas de Lezo.
Este, a su llegada a la ciudad se encontró con una defensa de tan solo 3.000 hombres entre tropa regular, milicianos, 600 indios flecheros y seis únicos navíos. Toda una desigualdad de ejércitos como puede comprobar el lector.

Pues bien, no narraré la batalla completa, pero sí las consecuencias, que acabaron en 6000 muertos ingleses y 7500 heridos, además de la pérdida de innumerables barcos, artillería y demás pertrechos. Y lo que es más importante, la batalla. Y es que con sólo seis navíos, 2.830 hombres y mucha imaginación, Blas de Lezo derrotó a Vernon, que traía 186 navíos y casi 25.000 hombres. Fue tal la derrota que el Rey de Inglaterra, Jorge II, prohibió hablar de ella o que se escribieran crónicas alusivas al hecho, como si nunca hubiese ocurrido.

Sin duda, Blas de Lezo fue todo un importante y peculiar estratega perdido en la memoria de la historia.