Más de un lector habrá visto la espectacular adaptación al cine de 300, el comic de Frank Miller, que recrea de forma un tanto fantastica, la famosa batalla de las Termópilas, en la que el Rey Leónidas se enfrenta con su guardia personal formada por 300 hoplitas a los ejercitos de Jerjes I.
Aunque la película ni el comic son demasiados fidedignos en su contexto histórico, siguiendo el hilo de la antígua Grecia, sí que se merecen unos apuntes en nuestra historianecdotica de hoy:
En las ciudades-Estado que componían lo que hoy conocemos como Grecia era costumbre exaltar los lazos personales entre los soldados. Tal era el caso, que los miembros con menor edad buscaban otro hombre mayor que ellos, así llegaban a mantener una estrecha relación, llegando a mantener relaciones sexuales y ser amantes. Los famosos 300 hoplitas de Leónidas no eran una excepción.
Pues bien, el caso más notable de este tipo de relaciones era el del Batallón Sagrado de Tebas, compuesto, al igual que el espartano, por 300 hoplitas. En él había 150 parejas de amantes homosexuales. El historiador Plutarco explicaba así la razón de este tipo de ejércitos:
"Para hombres de la misma tribu o familia hay poco valor de uno por otro cuando el peligro presiona; pero un batallón cimentado por la amistad basada en el amor nunca se romperá y es invencible; ya que los amantes, avergonzados de no ser dignos ante la vista de sus amados y los amados ante la vista de sus amantes, deseosos se arrojan al peligro para alivio de unos y otros."
Este batallón tebano se hizo famoso luchando contra Filipo II de Macedonia y su hijo Alejandro Magno. Al final, dado su derrota en la batalla de Queronea, se demostró que Plutarco se equivocaba al definirlos como "invencibles". En cualquier caso, este historiador griego cuenta que tal fue el heroismo del ejército tebano que el propio Filipo II, al contemplar los cadáveres, amenazó con la muerte a cualquiera de sus hombres que se atreviera a decir algo malo sobre los componentes de aquel batallón.
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