Pocas veces en historianecdótica -por no decir ninguna-, hemos tratado temas del deporte, en esta ocasión le toca al fútbol. Un servidor, no es que sea muy amigo de este deporte, sin embargo, reconozco que esta anécdota merece ser recordada.
El Partido de la muerte fue, como su propio nombre indica, un partido de fútbol, sin embargo, este resultó ser más dramático y triste de lo que acostumbramos a ver por televisión.
En la década de 1930 el fútbol se volvió muy popular especialmente en Ucrania. El mejor equipo de Ucrania en esta época era, o al menos así estaba considerado, el Dinamo de Kiev.
En 1941 Alemania invadió la Unión Soviética, dejando la temporada de este mismo año sin acabar ya que varios de los jugadores del Dinamo de Kiev fueron reclutados, con la consecuencia de que tuvieran que partir al frente. El éxito de la Wehrmacht (fuerzas armadas alemanas) permitió la caía de Kiev, una de las mayores ciudades de la Unión Soviética. Varios de los jugadores que sobrevivieron al ataque de la ciudad se convirtieron en prisioneros de guerra en los campos de concentración.
Tiempo después, una panadería estatal de Kiev, Mykola Trusevych, que había sido portero del Dínamo de Kiev, proporcionó un puesto de barrendero debido a que el administrador, llamado Kordik, era un fanático del Dinamo. Un día, a este administrador, se le ocurrió la idea de formar un equipo de fútbol de la panadería y en 1942 Trusevych, el antiguo portero de fútbol, empezó a buscar en Kiev a sus antiguos compañeros de equipo.
Finalmente, y después de semanas de búsqueda, consiguió formar un equipo por ocho antiguos jugadores del Dínamo de Kiev y tres jugadores del Lokomotiv Kiev, inscribiéndose con el nombre de FC Start y comenzando así la liga local.
Durante 1942, el FC Start jugó varios partidos con equipos de guarniciones militares alemanas logrando ganar todos los partidos pese a la parcialidad del arbitraje a favor de los germanos.
La administración alemana, creyó que estas victorias podrían inspirar a los ucranianos y disminuir la moral de las tropas del Eje.
El equipo de Flakelf de la Luftwaffe (Fuerza Aérea de la República Federal de Alemania) pidió la revancha, la cual fue fijada para el 9 de Agosto en el estadio Zenit, y como árbitro para dicho encuentro fue nombrado un oficial de las SS.
Cuando llegó el día del partido, los miembros del FC Start, al inicio, se negaron a dar el saludo nazi a sus oponentes, aumentando la tensión entre los equipos. Rápidamente, la parcialidad del árbitro comenzó a ser patente, haciendo caso omiso a las faltas del equipo Flakelf, hasta el punto de que el equipo alemán dirigía sus patadas y golpes al cuerpo de los oponentes en vez de a la pelota. Sin embargo esto no detuvo al FC Start, que al medio tiempo ganaba 2-1 al equipo alemán.
En la segunda mitad cada uno de los equipos marcó dos goles, quedando el resultado al final del partido 5-3 en favor del FC Start.
Una semana después del partido, el FC Start venció nuevamente a Rukh 8-0. Y poco tiempo después, varios de los jugadores del FC Start fueron arrestados y torturados por la Gestapo, hasta el punto de que uno de los jugadores murió bajo tortura. El resto fue enviado a los campos de concentración de Syrets, donde otros varios jugadores fueron asesinados en 1943.
Pocos fueron los jugadores que sobrevivieron y gracias a ellos la historia se popularizó.
Sin duda, esta es una de las historias más tristes del deporte internacional y una de las que más merecen ser recordadas.